Me he topado con un articulo muuy interesante que quisiera dejar a la reflexion de quien se tropiece con este, mi pequeño espacio en el ciberespacio, pues veo muchos argumentos a considerar ahora que el debate sobre la pirateria esta cobrando mas y mas presencia en nuestras vidas.
"estamos asistiendo a la lucha de dos conglomerados industriales. Uno es el que produce contenidos –editores, estudios, discográficas- y otro el que los difunde –Telefónica, Google- y que ha adoptado una actitud parasitaria, respecto al primero, para maximizar sus ganancias y aumentar el tráfico a toda costa. Los piratas son su infantería y los apóstoles del creative commons que creen que el cine del futuro se va a rodar por cuatro colegas mediante crown funding con la cámara de un móvil los tontos útiles."
esta cita me llama la atencion en cuanto a la creacion de audiovisuales, ya sea videos, cine, etc.. pues se esta orientando la alternativa a la industria en este modelo "democrata" de produccion..
que dicen ustedes?
adjunto el articulo via la pazmundial.com/blog de Sofia Alberoni y un comentario que me parece complementario.
Diez argumentos perfectamente descerebrados a favor de la piratería que no volveré a usar en 2012
Por Sofía Alberoni 1 de febrero, 2012
1 Lo que persiguen los gobiernos/ los illuminati/ la CIA/ las grandes corporaciones/ la masonería/ los sionistas/ los extraterrestres/ etcétera… no es luchar contra la piratería, sino controlar Internet, dominar nuestras mentes…
No sé vosotros, pero yo, desde que en la edición digital de los periódicos se permite hacer comentarios, he realizado un descubrimiento inquietante: vivimos rodeados de chiflados paranoicos. Una era bastante ingenua y pensaba que existía un pequeño número de individuos que vivía en sórdidas caravanas, se envolvían la cabeza en papel de aluminio para que sus pensamientos no fueran captados por satélites y creían saber quién ordenó el asesinato de JFK, el verdadero autor de los atentados del 11-M y el paradero de Elvis. Pero, ¡en realidad son legión! Y además tienen muchísimo tiempo libre para llenar los foros de Internet de cualquier teoría disparatada. También es cierto que afirmar que te opones a las leyes contra la piratería por un motivo “libertario” queda mejor por escrito que si explicas que es por miedo a no poder descargarte más películas de Sasha Grey.
2. La piratería ha permitido el acceso universal a la cultura.
En realidad, nunca ha sido más sencillo el acceso a la cultura. Nunca han existido tantas bibliotecas públicas (que en la mayor parte de los casos, también permiten el acceso a películas, discos y cómics). Nunca se han publicado tantas ediciones de bolsillo ni un mercado tan floreciente de segunda mano. Los periódicos regalan películas en DVD y las que no, se venden en FNAC en pack de 3×2 a 9,99 euros. Resulta incluso sorprendente que una industria como la cultural que no sólo da de comer a los “bisbales” y “falcones” de turno, sino a miles de trabajadores de a pie –traductores, editores, dependientes- subsista con una competencia “legal” gratuita tan amplia. El problema de este país no es –desde hace décadas- la imposibilidad de acceso, sino la simple y llana falta de interés. En “Españistán”, ese país en el que ninguna de sus universidades aparece entre las 100 más importantes del mundo, donde los médicos y los científicos tienen que emigrar, ese paraíso sobre la tierra para la piratería, al nivel de otras democracias avanzadas como China o Nigeria, la mitad de la población no lee ni un solo libro al año ni va al cine jamás de los jamases, estadística que permanece casi invariable año tras año, con piratería o sin piratería. Si la cultura adquirida fuera proporcional a la accesibilidad a la misma, hoy por hoy deberíamos de estar rodeados de eruditos o, al menos, de buenos conversadores, de personas ilustradas, de consumidores de cultura en sentido amplio (o restringido, cada cual como sea). Y creo que no es el caso. El problema no es falta de acceso a la cultura. El problema es la falta de educación.
“Alguien en Twitter comentó que la película ganadora, Pa negre, no estaba disponible para ser visionada de forma gratuita en ninguna de las webs especializadas en este tipo de servicio. Tirando el hilo de esa evidencia, y fatigando el buscador de google, llegué a la conclusión de que Cultura Libre podía muy bien traducirse como Cultura Famosa Libre o Cultura De moda Libre o Cultura Muy Popular libre. Esto quería decir que cualquier película del año en curso que encabezara la taquilla española -o que la fuera a encabezar- estaba enseguida on line, gratis; pero cientos de películas pequeñas, independientes o producidas en países sin una gran industria de promoción de su cine seguían siendo imposibles de ver si uno no acudía a la sala en la semana escasa que aguantaban en cartel -dado que, realmente, apenas iban a tener dos o tres mil espectadores en España-.
“Asimismo, las novelas que podían y pueden descargarse on line sin coste alguno son todas aquellas que o venden mucho o son profusamente citadas en los medios de comunicación; de la mayoría de las novelas, las que venden unos 800 ejemplares (repito, la mayoría) obviamente no va a encontrarse ninguna, porque nadie se va a molestar en escanear o tipear un libro que le es indiferente a la mayoría de los lectores de España.
“Esto deja, pensaba no hace mucho, la Cultura Libre en un remedo casi exacto de la Cultura Oficial, o del Ocio Oficial, de modo que si el Ocio Oficial nos propone o fuerza o machaca el cerebelo con la necesidad de consumir Torrente 4, la Cultura Libre nos dará Torrente 4, y si en el Ocio oficial la película La influencia, de Pedro Aguilera (que vimos, según datos del ministerio, o ex-ministerio, de Cultura 2.799 personas en España; Torrente 4 -por si alguien necesita verlo así de claro- tuvo 2.583.238 espectadores -yo no pude ir, sintiéndolo mucho-), decía, si La influencia pasa desapercibida para el Ocio Oficial, o la Cultura Oficial, o la Cultura Publicitada, pasará asimismo desapercibida para la Cultura Libre o las webs de películas gratuitas en internet, que, simplemente, no se molestarán en ofrecer esa película dentro de la oferta de Cultura Libre de sus webs.
Yo aquí, la verdad, no veo mucho avance.” Alberto Olmos, Blog Hikkimori.
Película más descargada a nivel mundial en 2011: Fast & Furious 5.
3. Internet debe ser un lugar de libre intercambio de información, sin la intromisión de ningún poder estatal.
Creo que los poderes estatales también persiguen la difusión por Internet de material pedófilo. No sé qué hace Anonymous, que no protesta por ello. Ah, vale, que hay determinadas leyes que se tienen que cumplir en la red, pero otras no. Acabáramos…
4. No es cultura, es industria
Por supuesto, que se trata de industria. Si se tratara de algo simbólico, que no diera dinero, de lo que no dependieran –y hay que subrayarlo- miles, cientos de miles, de puestos de trabajo, ¿quién coño iba a preocuparse de ello? Hablemos claro de una vez: estamos asistiendo a la lucha de dos conglomerados industriales. Uno es el que produce contenidos –editores, estudios, discográficas- y otro el que los difunde –Telefónica, Google- y que ha adoptado una actitud parasitaria, respecto al primero, para maximizar sus ganancias y aumentar el tráfico a toda costa. Los piratas son su infantería y los apóstoles del creative commons que creen que el cine del futuro se va a rodar por cuatro colegas mediante crown funding con la cámara de un móvil los tontos útiles. Cuando llegue el momento, y los creadores de contenidos sólo posean la titularidad de unos derechos que no valdrán nada, los comprarán por un precio ínfimo, y lo tendrán todo: el contenido y el canal de distribución. Entonces, sabremos lo que es un auténtico monopolio.
Esa doble moral también se aprecia en los primeros intentos de grandes distribuidoras como Amazon por cargarse la ley del libro española. Lo explica con meridiana claridad el crítico y escritor Vicente Luis Mora: “No veremos a ningún pequeño librero hacerlo (defender el fin de la ley), porque saben qué ocurrió en Inglaterra cuando desapareció el precio fijo y se liquidó la red de librerías independientes. A los lectores no nos interesa que estas librerías se extingan, puesto que muchas de ellas ofrecen títulos imposibles de encontrar en grandes superficies. En un tercer momento, las editoriales independientes se verían incapaces de sobrevivir, al no encontrar hueco en esos espacios, de forma que casi todos acabaríamos perdiendo (y la literatura no digamos)..”
5. Yo también soy escritor/pintor/músico y estoy en contra, tinglado editorial, blablablá…
Una de las experiencias más terribles de mi vida (al menos, de mi vida intelectual) fue ejercer, durante un breve periodo de tiempo, como lectora editorial. Leí varios miles de páginas escritos por “aspirantes” a ser publicados de todos los rincones del estado. No recuerdo cuántas novelas leí –quizás un centenar-, pero si hay algo de lo que estoy segura: ni una sola de ellas era publicable. Lamento expresarlo con tanta rotundidad –y supongo que la mía es sólo una opinión, aunque lo bastante autorizada para que decidieran pagarme un exiguo sueldo por ella-, pero es así: todas eran, sin excepción, una mierda. Aunque se publiquen diariamente centenares de obras mediocres, al menos, en la mayoría de los casos, tienen un nivel mínimo de redacción (no digo de interés, de habilidad estilística, de construcción de personajes y trama, no, sólo hablo de redactar correctamente en castellano), pero casi todo lo que leí no llegaba ni a eso. ¿Adónde quiero llegar? A que escribir no es fácil. Componer una canción buena de verdad no es en absoluto fácil. Rodar una buena película, conjuntando el talento de actores, guionistas, cámaras y un montón de gente más, no es para nada sencillo. En algunos –escasísimos- casos, con mucha fortuna, lo que haces llega a centenares de miles de personas, y consiguen un beneficio económico importante, pero, francamente, si el producto que elaboras llega a esas cientos de miles de personas, ¿quién puede se puede quejar?: producen ese dinero. Pero en la mayoría de los casos es un arduo robar tiempo a la familia, al ocio, tras horas de oficina o clase, escribiendo, componiendo, pintando. Y un buen número de esos aspirantes no valen para ello o no son lo bastante tenaces o… Y eso provoca resentimiento. Háganme caso: desconfíen siempre de un médico que no sea lo bastante bueno para tener una clientela que le permita vivir, o del pintor que sólo haya vendido un cuadro a su tía, del músico que no consigue llenar ni el aforo de su sala de estar o del escritor al que nadie lee: no sólo no puede vivir de lo que le gustaría, es que prefiere que nadie pueda hacerlo. Quizás, la excepción puedan ser los músicos, pues cuentan con el recurso del directo, pero en todos los demás casos, no lo olviden: si alguien valora su trabajo en cero, es que probablemente vale cero.
Opinión de un escritor que sí vive de su trabajo, Luisgé Martín, publicada en El País: “En la mayoría de los comentarios que predican el nuevo Edén digital se huele el incienso de la España católica: ganar dinero es malo, es pecado; el editor, avaro, insaciable, no lee novelas, sino cuentas de resultados. Yo, en cambio, he conocido a muchos editores preocupados sólo por llegar a final de año, por mantener puestos de trabajo y por poder editar libros arriesgados aunque su rentabilidad fuera dudosa. Claro que se han hecho algunas fortunas con la edición: ¿y qué? Pero lo peor es que los mismos que abominan del editor mercader nos aseguran sin empacho que una de las soluciones para que el autor tenga ingresos es introducir publicidad en el propio libro. “Cuando una mañana Gregorio Samsa se despertó de unos sueños agitados, se encontró en su cama de Ikea convertido en un monstruoso bicho”. ¿Es de eso de lo que hablamos? ¿O de que al cambiar de capítulo en Ana Karenina salteen la pantalla del e-book un banner con un anuncio de agencias matrimoniales? No sé si es que me he hecho demasiado viejo para entender los códigos morales de la post-postmodernidad -o lo que sea esto-, pero reconozco que me escandaliza ver el desparpajo con que se mezcla la ética de Fidel Castro con la de Esperanza Aguirre. Por un lado se sataniza al editor empresario y por otro se recomienda poner un anuncio de Coca-Cola en mitad de una novela para defender así la independencia autoral y la libertad del lector…”
6. Ya nos han robado suficiente con el canon…
El canon ya no existe. Pero, en cualquier caso, existía como compensación de LOS FABRICANTES de reproductores a los creadores. No era un impuesto a los consumidores. Los fabricantes, por supuesto, consiguieron astutamente poner a los consumidores en contra de los creadores haciéndoselo pagar a ellos.
“¿Has ido a la SGAE alguna vez a pagar el canon? Pues eso. Ellos llegaron a un acuerdo con los fabricantes de contenidos para que se les permitiera fabricar maquinas que violaban sus derechos: si les dejaban, les pagaban una compensación. Hoy día, los fabricantes recaudan 4.500 millones de euros por la venta de maquinas y soportes y pagan 100 millones de euros de canon, aprox. Gracias a mentecatos que se han creído sus manipulaciones y han protestado contra el canon, ahora el estado lo va a pagar de nuestros impuestos. Los fabricantes ganaran 100 millones mas y el estado dejará de hacer cuatro colegios o un hospital cada año. Felicidades.” Opinión tomada de un anónimo de Internet.
Una nota personal: muchísimos escritores, músicos y artistas están y estaban en contra del canon. Pero se encuentran entre la espada y la pared: por un lado, se les reclama que no cobren por su trabajo, que lo regalen, prácticamente, y por otro que no reciban ninguna compensación por la infinita reproducción y copia de su obra ni aspiren a una subvención ni ayuda estatal. El ideal sería que, junto al canon, acabara la piratería y se les permitiera, sencillamente, vivir de lo que hacen, cobrar por su trabajo, igual que cualquier otro profesional. De acuerdo, con la lógica del mercado, los precios serían regulados por la oferta y demanda, lo mismo que cualquier otro producto. Y, sin embargo, lo que es posible en cualquier otra esfera económica, se ha vuelto para ellos una utopía.
7. El cierre de Megaupload fue un atentado contra los derechos civiles y…
“Por más que digan y hagan, Megaupload está construida sobre el estímulo permanente al trasiego de material ilegítimo, que es el que le ha permitido alcanzar la fabulosa cifra del 4% del tráfico mundial de la World Wide Web. Quienes lo suben se ven premiados, por diversos mecanismos, y las reclamaciones de los propietarios expoliados se resuelven siempre a posteriori y sin poner en ello especial diligencia, si es que realmente se resuelven. Porque Megaupload tiene medios de sobra para saber qué es lo que se oculta tras cada uno de sus crípticos enlaces. Y cuando le piden que retire uno que lleva, pongamos por caso, a una copia de ‘Avatar’, lo hace con la tranquilidad de saber que quedan otros miles activos. Todo esto lo ha comprobado el agente especial X, y a él le basta para saber que se enfrenta a una organización delictiva, a una especie de perista global que actúa como gigantesco receptador del grueso de la propiedad intelectual saqueada a lo largo y ancho del mundo.” Lorenzo Silva, El Mundo.
A mí me divierte especialmente el bulo según el cuál Megaupload iba a poner en marcha un sistema que liberaría, al fin, a los pobres artistas de las malvadas distribuidoras. Claro: tras años de expoliarlos, iba a devolverles todo lo mucho que les había quitado. Por supuesto. Hay ciertas cosas que huelen a estrategia de la defensa con vistas al futuro juicio, pero con esto se han pasado…
“Viendo en el telediario como cuatro jóvenes marroquíes se queman por un empleo y aquí preocupados por no poder ver pelis gratis”. “He visto la luz gracias a los Internautas. ¡Dotcom es tan inocente como Camps!” Twitter de Antonio Orejudo.
Hubo una época en la que la lucha por los derechos civiles era ALGO SERIO.
8. Anonymous no olvida, blablá…
¿Esos no eran los que iban a hackear las elecciones generales españoles? Los del NOLESVOTES. Pues mira que tuvieron éxito…. ¿no, MARIANO RAJOY? Anonymous, además de no ser nada, nada en absoluto, es sólo un ejemplo de vandalismo preadolescente. Hacen caer una páginas unas cuantas horas, ¿y? Más o menos, equivale a hacer una pintada. Luego, se borra.
9. ¿Es que no has leído el blog de Enrique Dans o La cena de miedo? Te lo explica clarísimo…
“El cine convencional y la literatura están listos de papeles. Pronto serán lujo de especialistas, de exquisitos, de frikis. […] Grave confusión: cultura libre de fácil acceso y cultura gratis. […] Dentro de pocos años, lo que no pase por esta pantalla que tengo enfrente no existirá. […] Es tan simple que aterra tener que explicarlo. Si un creador no gana para vivir, no creará. […] Y eso deque la cultura es de difícil acceso no se lo creen más que los demagogos y los cantamañanas. […] Bibliotecas, librerías de viejo, libros de bolsillo. E Internet, herramienta de cultura (y de incultura) formidable. […] En Occidente, salvo casos extremos y desgraciados, quien no se pasea por la cultura, según el nivel que le apetezca, es porque no quiere“.” Arturo Pérez-Reverte.
Elijan ustedes quien es del demagogo y quien el cantamañanas.
10. La gente tiene que cantar por sano amor a la diversión y el arte, y si alguno quiere dejar algún dinerillo que lo deje, pero eso de obligar a pagar va contra el espíritu de la fiesta y…
No, no me lo estoy inventando. En serio. Lo he leído. Y cosas aún más idiotas y descerebradas.
COMENTARIO:
La mayor parte de los puntos son correctos hasta la coma. El primero, por ejemplo, es completamente indefendible... ¿Iluminati? ¿La CIA? ¿Estamos en el siglo XIX y no me había enterado? Argumentar que 'El Gobierno' nos vigila y nos quiere quitar nuestras libertades como excusa para bajarse películas no sólo es de una idiotez preocupante, sino que además aporta todo el tufillo NeoLiberal que tanto deleita a los ignorantes.
Por otro lado, creo que decir que los que no consiguen que su obra sea publicada son artistas mediocres y resentidos, es llegar un poco demasiado lejos. Comprendo el punto; hay muchos artistas mediocres y resentidos, pero hay que tener en cuenta que las condiciones en España no son ideales para este tipo de trabajo. Primero por el nepotismo, ese gran enemigo de la cultura que consigue que cretinos con apellido publiquen y graben películas y discos y, para hacerlo más molesto, tengan a su disposición cantidades ingentes de dinero para promoción. Segundo... eso mismo: la calidad de una obra artística no es su principal arma de venta y exposición al público; la inversión en márketing es más importante (es la única forma que existe de justificar el éxito de Torrente 4 sin entrar a insultar a nadie). Tercero, la ignorancia (entrando a insultar). La mayor parte del público prefiere ver una película mala con actores a los que ya han visto antes hasta el hartazgo, que ver una película buena con caras desconocidas. Es una industria perra en la que el talento no es lo más importante. Particularmente en España, por desgracia.
Es cierto que hay más posibilidades de acceder a cultura gratuita que nunca, sin recurrir a la piratería. De la misma manera, es cierto que hay una oferta infinítamente mayor de la que había antes. Estar al día de todos los estrenos cinematográficos, televisivos y literarios puede llegar a costar una fortuna en dinero y en tiempo. La ventaja de los canales piratas es que permiten seleccionar, elegir y discriminar sin necesidad de una inversión astronómica, sólo accesible a los más privilegiados. Esto no es excusa para piratear, lo sé, pero es algo a tener en cuenta. Sin embargo, el caso concreto de Megaupload había llegado a proporciones aberrantes, y el mercado pirata Español y latino en general lo había elevado al nivel de monopolio pirata.¿Por qué? Simple y llanamente, porque los Españoles no hablan inglés. ¿Terrible verdad? Muy terrible. Existiendo cientos de servidores de contenidos gratuitos ilegales (AKA piratas), la mayor parte del mundo hispanohablantes consumía Megaupload porque era el único en el que se subían películas y series dobladas o subtituladas, perpetuando horrores tan odiosos como la industria del doblaje o la ignorancia latina respecto a cualquier idioma que no sea el castellano. Se supone que una de las ventajas de internet es que cada uno se expresa en su idioma... y eso parece llevar a la gente al inevitable ghetto latino. Otra vez, ignorancia.
Respecto a SGAE... ¡por fin! Años defendiendo a la Sociedad en contra del terrible clima de opinión y recibiendo pedradas de un lado y de otro... Curioso cómo un tema como éste une a las gentes de ideologías tan diversas; unos diciendo que la cultura debería ser gratis, y otros que los artistas deberían empezar a 'Trabajar como Dios manda y dejar de hacer el vago'... La idiotez no sólo mueve montañas, sino que crea absurdos compañeros de cama. Como artista y creador, puedo decir que la SGAE ha velado por mis derechos durante años, ha hecho un trabajo que yo no podría haber realizado jamás, ni aún dejando de crear y dedicando cada hora de mi vida a rastrear canales de televisión, emisoras de radio y demás medios de difusión. Pero ¿Por qué cobrar derechos por un trabajo que hice hace años? Porque, cuando lo hice, como suele pasar al 90% de los artistas, se me pagó una miseria. Y ahí oigo esas vocecillas diciendo que ese es el auténtico problema... no, señores, no lo es. Por la creación te pagan una miseria, cierto, porque no se sabe cuántos beneficios va a generar esa creación. Luego la SGAE y la empresa de turno van aumentando esa misera en función de la difusión del producto, lo que es lo mismo, en función de su rentabilidad económica. Tengo obras registradas en SGAE que jamás me han dado dinero. Algunas de ellas son sencillamente infames. Otras no han tenido la posibilidad (los medios económicos para márketing y producción) de dar beneficios. Casualmente, las obras más populares (creadas con el público en mente), son las que me han dado de comer en algún momento. Efectivamente, las cosas creadas para que el púlbico las consuma. Señores, SGAE no es TeEddy Bautista y no es Ramoncín... SGAE es una entidad necesaria que permite a los artistas vivir de su trabajo, seguir creando, y no convertirse en detectives anti robo de propiedad intelectual o plagio. Es cierto que algunas cosas suenan a abuso... créanme, el enemigo no es SGAE. Tampoco es la industria 'per se' (aunque el nepotismo interno de la misma podría considerarse enemigo sin siquiera pestañear)... el enemigo empieza en el colegio y termina en el telediario; empieza con los primeros libros y termina con los mítines; empieza en las zapatillas de marca para los niños y termina en la publicidad. El enemigo es la ignorancia.
Terminando con este comentario kilométrico y desvariado, estoy de acuerdo con el artículo... en su mayoría. Como artista y creador, me he visto obligado a emigrar de España, a renunciar a mi idioma y a volver a aprender a hacer mi trabajo por culpa, entre otras cosas, de los idiotas que enarbolan todos esos argumentos como bandera del morro, la desfachatez y el inconfundible deseo de mantenerse idiotas, aunque sea con una leve pátina de palabrería libertaria.
jueves, 16 de febrero de 2012
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